martes, 18 de agosto de 2009

AREA DE INVESTIGACION EN PEDAGOGÍA UNIVERSITARIA

2008 Año de la ciencia, la tecnología y la innovación
Necesidad de alfabetizar en ciencias en la vida actual

Roberto Ronchi


"Hoy no se puede hablar de hombres y mujeres de cultura, en el sentido general de la palabra cultura, si no conocen la ciencia".

George Steiner, 2006

El principal problema de la relación entre la ciencia y la sociedad es la ignorancia o la incomprensión pública de los hechos, teorías y procesos científicos que ayudan a explicar el origen de los sucesos, ya sean naturales o sociales. Ello a pesar de que ciencia y tecnología pesan en forma directa sobre su vida personal y social; nunca con tanta fuerza y evidencia como hoy.


En cualquier sociedad, el niño y el joven deberían formarse una representación global y coherente, aunque sea básica, del mundo en que viven; desde el saber cotidiano hasta el saber científico, sobre el mundo natural y cultural. Es parte inseparable del proceso de socialización.

En la concepción que defendemos lo que se desea es formar en el gran público un espíritu crítico que le permita comprender y evaluar la ciencia en cuanto a su relevancia social, sin soslayar potenciales riesgos.

Sin embargo, la ciencia no es cotidiana para la sociedad argentina. La percepción pública también la confunde con tecnología, y se aferra en alto grado a pseudo ciencias y a pseudo conocimientos.

Sabido es, y muy visible, que la ciencia no se encuentra entre las preocupaciones de los políticos. Ninguna de sus propuestas la mencionan como central. (El gobierno nacional presentó el plan estratégico 2006-2010 poco antes de finalizar su mandato en 2007). También se reconoce que la escuela aporta poco a la formación en ciencias.

¿La razón?

Desconocimiento (analfabetismo científico) y falta de valorización, por lo menos, según los abundantes y concordantes estudios realizados en las últimas dos décadas.

De dichos estudios se desprende que hay un gran abismo entre la enseñanza científica impartida y las necesidades de las personas y las sociedades (ED/BIE/CONFINTED 46/4; Ginebra, 29 de junio de 2001).

Bunge cuenta que sólo uno de cada tres británicos sabe que la Tierra gira en torno al Sol y no al revés; sólo la mitad de los norteamericanos sabe que los humanos descendemos de especies menos desarrolladas.

Entre nosotros muchos piensan que el hombre primitivo convivió con los dinosaurios; un tercio de los consultados cree que la leche contaminada con radioactividad puede beberse después de ser hervida.

Hemos hallado que el 59 % de los jóvenes que ingresan en la Universidad creen que la astrología es una ciencia; y el 56 % afirma que los antibióticos destruyen los virus. Solo el 3,5 % sabe cuántos colores tiene el arco iris, y apenas el 19,5 % puede explicar cómo se formó el hombre. Un 23 % tiene alguna noción sobre las aplicaciones del teorema de Pitágoras.

Claro: solo el 37 % dice que la escuela le da importancia a la ciencia. ¿Y los demás? ¿No es que los planes de estudios incluyen ciencia en todos los años? (En todos los niveles de la educación general, polimodal y media).

Lo anterior se correlaciona con este panorama: el 34,5 % sostiene en forma más o menos positiva que el gobierno hace algo por la ciencia; pero el mismo porcentaje no contesta (no tiene opinión o no sabe). El otro 41 % solo tiene conceptos entre poco favorables y de negativos a muy negativos.

También vimos que apenas un 15,5 % responde con aproximación al concepto de cuenca. Tema que debería ser nuclear para esta zona y para comprender tantos otros temas cotidianos, como por ejemplo, la distribución de agua en una red, o un desnivel, etc.

En el mismo estudio se observa que la influencia del docente es decisiva. Se ve que en una misma escuela, por ejemplo, los alumnos de tercer año tienen mucho mejores resultados que los de sexto, siendo que estudian en el mismo establecimiento.

En la evaluación internacional que realiza el proyecto PISA de la OCDE sobre calidad de la educación, en 2005 la Argentina ocupó el puesto 35° en matemática y 37° en ciencia (¡sobre 41!). Pero en la última medición de 2007, quedó en el puesto 51 sobre 56 evaluados…

Para Entre Ríos el resultado en matemática alcanzó al 45 %; menor que el promedio nacional, que fue del 46 %.

Por otra parte, la Argentina encabeza el pequeño grupo de países en los que se ha producido un deterioro en los indicadores de calidad de la educación. (Al menos sabemos dónde estamos ubicados).

Otros ejemplos -

- La gran bajante del río, que había dejado “en seco” a las cataratas del Iguazú, se debía a que los brasileros “nos retienen el agua”, según gente de la zona entrerriana.

- La noche del 20 al 21 de febrero, durante eclipse total de Luna, una persona expresó que no sabía que “no termina rápido”. Y muchos de los medios de difusión lo calificaron como un espectáculo del cielo.

- Se publican horóscopos todos los días en diarios y revistas “serios”, mientras que la televisión y la radio tienen programas fijos con astrólogos y afines.

- Se sostienen generalizaciones de todo tipo; y la opinión no fundada es sustento de explicaciones y decisiones. Aún en muchas profesiones y profesionales.

- Abundan las mentiras disfrazadas (hasta por funcionarios).

- Mucha gente se guía por los pseudo conocimientos.

Problemas


- No se trata de que se aprenda pobremente y que se olvide. Es que no se comprende. Por lo tanto, nada puede retenerse y menos comunicarse y aplicarse.

- No se enseña bien porque se enseña conceptos erróneos. ¡Muchos docentes enseñan lo que no saben!

- La educación no está adaptada a la sociedad de este tiempo.

Así, la enseñanza contribuye en muy alto grado a generar exclusión, debido al papel social que se espera de la ciencia, ya que muy pocos adolescentes y adultos jóvenes se inclinan por formarse en carreras científicas y técnicas. Es decir, el sistema educativo funcionaría como un factor de selección escolar, pero al revés.

Desde hace muchos años es rutina enterarnos cada pocos meses, cuando las universidades examinan para el ingreso, de resultados como éstos:

Nuevo aplazo masivo en Ingeniería
Más de 3000 alumnos desaprobados en el ingreso a Medicina
Magros resultados obtenidos por nuestro país
No sigamos haciendo lo mismo
Traspié argentino en calidad educativa
Universidad: el 50% no termina el primer año
Aplazos en el ingreso en Medicina - Rosario
El 88% fue aplazado en Ciencias Agrarias
El 76 % no pudo superar el ingreso en medicina
Siguen los aplazos masivos en La Plata
Bochazo masivo en Medicina de la UNL
Otro aplazo masivo en asignaturas básicas


Y también ...

Un claro llamado de atención
Preocupa la calidad educativa en la región
La desigualdad es el mayor desafío para la educación
Los docentes son muy críticos con el secundario
Piden más recursos para educación


Por si acaso faltase algo

Casi últimos en lectura

Los títulos se reiteran con expresiones diferentes pero sobre los mismos problemas. ¿Para qué seguir la enumeración? La sociedad argentina, en general, a diferencia de la de otros países, no es consciente del valor que tienen los científicos, del trabajo que realizan y de su importancia para el desarrollo nacional.

Alfabetización científica

Debemos ver a la ciencia como componente de la cultura, cualquiera sea esa cultura (tribal, nacional, escandinava, europea…). Es un sistema de explicación y vivencia del mundo, que posee cada pueblo.
Todo pueblo tiene cultura; toda cultura y todo pueblo tienen ciencia.
Ya no podemos cometer más errores, porque estamos en un mundo fragilizado, quizá a tiempo para que no colapse.
Para la OCDE1, alfabetismo es la capacidad de utilizar el conocimiento científico, de identificar los interrogantes y de extraer conclusiones que descansen en verificaciones evidentes, para comprender el mundo de la naturaleza y ser más capaz de adoptar decisiones que a él se refieran, así como los cambios que padece debido a la actividad humana.
Necesitamos comprender la ciencia para poder dominar el mundo natural y social. Hay que conocer la ciencia que lo explica, mide y calcula.1
-Elabora la evaluación del Proyecto PISA.

“... la sospecha que se arroja sobre la ciencia y el temor de los frutos envenenados que se mezclan con sus beneficios corren el riesgo de desarrollarse sin freno en aquel que carece de los conocimientos elementales y un sentido crítico que, justamente, ella debe inculcarnos”. 2
¿Cuántas veces y desde cuándo oímos insistir en que “no hay transformación sin ciencia y tecnología, sin políticas apropiadas ni universidades capaces de generar el recurso humano que es el motor inicial de toda esta cadena”?.3
- Sin embargo, en la Universidad de Buenos Aires sólo el tres por ciento estudia ciencias relacionadas con la computación, física y matemáticas.
- Alertan sobre la escasez de ingenieros. 4
- La ciencia argentina en peligro.5
- Se necesitan más de 9000 graduados en informática; se reciben unos 3500.
Muchos lo atribuyen a que pocos se inclinan a estas disciplinas debido a la deplorable enseñanza científica de la escuela, que no motiva, no informa ni orienta.
También hay opiniones concordantes de que se ve a la ciencia y a la técnica como más difíciles que otros estudios y otras ocupaciones.
Otra consecuencia de la falta de valoración de la ciencia es la escasez de profesores de ciencias, en cantidad y de alta calificación. Decía recientemente Alieto Aldo Guadagni que también hay responsabilidad de la Universidad. 6 ¿Obvio, no?

Soluciones

Las hay.
Se reconoce desde la SECyT que una herramienta importante en el camino hacia la inclusión social consiste en poner a disposición de la población programas y productos de divulgación científica de buena calidad.

¿Cuáles son?

Múltiples creaciones y manifestaciones, como las que se ha podido ver en diversas jornadas y numerosas y ferias de ciencias provinciales y nacionales. Pero los museos interactivos de ciencias, una nueva concepción en pleno ascenso, son entidades permanentes de educación no formal a las que se les reconoce grandes aptitudes para promover conocimientos y motivar vocaciones. Entre los existentes y en formación, ya suman 27 en el país. Pero, según nuestra visión, sería necesario uno por cada ciudad de unos 80-100.000 habitantes, más los itinerantes.
El papel de estos museos de nueva concepción es el de contribuir significativamente al proceso de alfabetización científica y a la sensibilización del público por la ciencia y, desde luego el acceso al conocimiento. Podrían ser los laboratorios en los que se formen los profesores, donde ellos deberían trabajar luego con los estudiantes.
Se convierten así en piezas fundamentales en los procesos de divulgación científica para los ciudadanos en general, como centros de educación no formal, abierta y libre.

En gran medida, de ellos depende que se entienda el valor de la ciencia, que se la comprenda y perciba al alcance de todos y que la vean enraizada necesariamente con el desarrollo de un país. Es posible que así adopten mejores decisiones en sus vidas, en la vida comunitaria y política de la sociedad. Y que quienes apunten a ser políticos lo sean en bien de todos, con razones que se sostengan por el peso del conocimiento.

Precedentes mundiales

Desde hace varios años hay gran preocupación por el conocimiento público de la ciencia, problema que se viene encarando desde diversas organizaciones mundiales, proponiendo amplios planes de divulgación y popularización. La Unesco se ocupó de estudiarlo y discutirlo extensamente y ha liderado una sucesión de reuniones regionales. De ellas surgieron los manifiestos de la reunión de París Unesco ++; Santo Domingo y Budapest.7
Antes ya se había producido la creación de la RedPop8 en 1984 y de otras importantes redes mundiales. En nuestro continente debemos destacar la formación de la Asociación Mexicana de Museos y Centros de Ciencia y Tecnología; la Sociedad Mexicana para la Divulgación de la Ciencia y la Técnica; la Asociación Brasileña de Museos y Centros de Ciencias; y la Asociación Argentina de Centros y Museos de Ciencia AACEMUCyT, creada en octubre de 2007 en Buenos Aires.
En el año 2000, INTERCIENCIA, organismo no gubernamental, formado por las asociaciones nacionales para el avance de la ciencia del continente, urgió a que se impulsen las políticas y las actividades necesarias para lograr la integración de la ciencia con la sociedad y construir en cada país una capacidad científica nacional eficiente, elemento indispensable para un verdadero desarrollo económico y social sostenible.
Muchos países ya han iniciado, o están a punto de iniciar, una profunda reforma de la enseñanza científica y tecnológica para resolver problemas como: la falta de flexibilidad de la enseñanza científica, la segmentación de los contenidos, la carencia de conocimientos prácticos, la capacidad limitada de los docentes para hacer frente a los cambios, los medios pedagógicos inadaptados, el aislamiento de las ciencias con respecto a su entorno y la insuficiente evaluación de la enseñanza científica.

Las estrategias adoptadas pueden diferir de un país a otro en su creatividad y modo de implementación, pero las disyuntivas que se plantean a los poderes públicos son prácticamente las mismas.

El futuro, ¿qué nos depara?

Le preguntaron a Bernardo Houssay, si un país como la Argentina se podía dar el lujo de hacer ciencia. "Señor, respondió, la Argentina es un país demasiado atrasado como para no hacer ciencia".
Es que hoy la riqueza es el conocimiento (aunque muchos crean que es la soja...).

Oro Verde, mayo 2008.


2 CHARPAK, Georges; LÉNA, Pierre y QUÉRÉ, Yves. Los niños y la ciencia. La aventura de “La mano en la masa”. Buenos Aires, Siglo XXI, 2006.
3René Favaloro, en la apertura del año académico 1987 de la Facultad de Ingeniería de la UNER, en Oro Verde.
4 “Las carreras que se necesitan para el desarrollo”. Editorial de Clarín de 17/2/07.
5 Carta de la AAAS al entonces presidente de la República. Ver La Nación del 14/4/1991.
6“Incapacidad científica, la tormenta que se avecina”, en La Nación de 5 de marzo de 2007; http://www.lanacion.com.ar/888720.

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